martes, 5 de octubre de 2010

Extrañamientos de atardecer

Y si pudiera decirte tan sólo cuánto te extraño.. en estas veredas, en estos días, en que a veces saltas a mi mente y te quedas en ella... y yo te busco en la nieve que rueda y en las laderas de las montañas y en el silbido del aire.
El otro día te vi. Ibas en a caballo bajando la montaña desde la que yo te miraba. Pero tus ojos no me reconocieron, de tan lejana que ahora estoy.
Y te imagino como eras, bailando en la lluvia, cantando canciones en mi oido, bebiendo vino a la luz de las velas, comiendo carne que recién cazaste para nosotros.
Y sueño. Sueño lo que hubiera sido si en mi andar hubiera detenido el tiempo, el tiempo tuyo, el tiempo nuestro.
Sólo eso. Pero no menos que eso.

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