jueves, 13 de enero de 2011

Lejos

A lo lejos escucho tu voz. Qué raro es ya no reconocerla... Cómo duele. Tu voz que antes era dulce y cercana ahora es acre y de lejana, la confundo.
¿En dónde estás? me pregunto. ¿Estuviste aquí alguna vez? Eso no lo sabré.
Las cosas antes comunes ahora son extrañas; nuestros mundos, antes tomados de la mano, hoy son distintos. Ya no sé quién eres y seguramente mi voz tampoco reconoces.
Será ese nuestro camino, desde antes, o ¿tal es el que elegimos? Eso no lo sabré.
Y sin embargo me abrazo al dulce recuerdo de nuestras tardes en que miraba el sol reflejado en tus ojos, de nuestras noches interminables, de nuestras mañanas cercanas y de aquellos días amargos que dejaban de serlo a tu vera.
Nada afirmaré,  pero nada negaré.
Me repito: 'tú que has sido de todo en mi vida: compañero, consejero, amigo, familia'.
¿Eres ese, tú? Eso no lo sabré.